Aloe vera y sus propiedades curativas
Durante miles de años, el aloe vera se ha utilizado medicinalmente para aliviar problemas digestivos, inflamación, tos, dolores de cabeza, diabetes, enfermedades del corazón, colesterol alto y una serie de otras condiciones de salud. En esta oportunidad vamos a concentrarnos en los beneficios de aloe vera para el corazón.
El aloe vera contiene una amplia gama de doscientos nutrientes. Algunos de estos nutrientes incluyen vitamina B, aminoácidos, hierro, manganeso, calcio, zinc y enzimas. Además, la planta también contiene agentes antisépticos tales como lupeol, ácido salicílico, nitrógeno de urea, ácido cinámico, fenol y azufre. El aloe de vera se utiliza externamente e internamente. Uno de los beneficios más importantes del aloe vera es promover la salud del corazón y restaurar los niveles normales de colesterol.
El colesterol en sí es importante para el cuerpo, ya que le ayuda a mantenerse fuerte y saludable.
Existen dos tipos: colesterol 'bueno' y 'malo'. El exceso o deficiencia de cualquiera de los dos tipos puede aumentar el riesgo de un ataque al corazón o una enfermedad coronaria.
El colesterol alto es un factor de riesgo que a menudo puede acarrear a enfermedad coronaria, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Esto ocurre cuando el nivel de colesterol se eleva y conduce a la acumulación de grasa en las arterias.
El aloe de vera es conocido por contener el ingrediente especial B-sitosterol que previene la absorción de colesterol en el cuerpo. También ayuda al sistema inmunológico a expulsar las toxinas del cuerpo. Contiene carboxipeptidasa que es un factor adicional para combatir el colesterol alto.
Además, está constituido por agentes desintoxicantes que eliminan las impurezas de la sangre, agrandan los vasos sanguíneos y promueven un nuevo crecimiento de las células sanguíneas. Cuando se ingiere, el gel de aloe de vera mejora la calidad de la sangre y reequilibra su composición. Esto provoca una reducción de los niveles altos de colesterol y triglicéridos en las personas, reduciendo los riesgos de enfermedades coronarias.











