Conductas agresivas en la infancia
Los niños en ocasiones pueden ser agresivos, pero ¿estás preparado para que tu propio angelito muerda, golpee, gruña o empuje a otros? Su comportamiento puede ser desconcertante y usted tiene que actuar rápidamente. ¿De dónde viene esta conducta agresiva y cómo evitar que vuelva a suceder?
Cuando a un niño se le permite usar la agresión, el comportamiento se refuerza mentalmente, y es más probable que repita las tácticas nuevamente cuando quiera algo. Si el niño se deja sin control, la agresión está vinculada a la dificultad académica y el rechazo social por los compañeros. Por el bien de todos, usted necesita una estrategia para asegurarse de que la agresión de su hijo termine, mientras que le enseña cómo responder adecuadamente.
¿Cómo actuar ante un niño con comportamiento agresivo?
- Usa tus palabras, no tus manos: sal del alcance del niño para que no pueda golpearte, no lo golpees, ni trates de tranquilizarlo agarrándolo. Ordénale que se tranquilice con autoridad, al hacer esto le estas recalcando que no serás víctima de su agresividad, pero a la vez le demuestras que hay otra manera de arreglar las cosas y es con las palabras.
- Muéstrale empatía: “Sé que es difícil no lograr lo que quieres, a mí tampoco me gusta ese sentimiento”. Mostrar compasión sin ceder a las demandas del niño. Ofrecer abrazos y una postura comprensiva. Esto le dice al niño que está a salvo y no tiene por qué avergonzarse de sus sentimientos. Él aprenderá que no puede golpear, pero que si lo hace no perderá tu amor.
- Ríase con él: una vez que las cosas se han calmado, da a tu niño el permiso de reír, ofreciendo la primera pequeña risita. Encuentra una manera de reír juntos. Si tu hijo parece estresado, puede hablar de lo que sucedió mientras le permites saber que lo amas de una manera incondicional.











