Degeneración de disco intervertebral
Hallarás un disco entre cada una de las vértebras de la columna. Los discos actúan como los absorbedores de los golpes de las vértebras, permitiendo ligeros movimientos de las vértebras y actúa como un ligamento que las mantiene juntas. La forma en la que estos discos han sido diseñados permite a la vértebra ósea moverse hacia delante y atrás, otorgándole gran flexibilidad.
En el cuerpo humano hay en total 23 discos intervertebrales. Hay uno entre cada par de vértebras, a excepción de la unión entre el atlas y el axis, las dos primeras vértebras de la columna cuya articulación permite los movimientos del cuello, mucho más amplios que los movimientos del resto de la columna.
Composición de los discos
Núcleo pulposo: es el centro del disco. Está hecho mayormente de agua, haciéndolo muy flexible y esponjoso. Este centro acolchado crea flexibilidad entre cada vértebra, y le brinda un almohadón que absorbe los golpes a la estructura de la columna.
Anillo fibroso: esta es la capa exterior dura del disco que de hecho se adhiere a la vértebra, manteniéndola formada. El anillo fibroso es muy fuerte, y su diseño entrecruzado le da más resistencia.
Degeneración de disco
Cada disco contiene una banda externa, llamada anillo fibroso que envuelve una sustancia gelatinosa, llamada núcleo pulposo. Las raíces nerviosas salen del canal medular a través de pequeños canales entre las vértebras y los discos. Cuando el disco dañado ejerce presión dentro del canal medular o las raíces nerviosas, puede haber dolor y otros síntomas.
Con el tiempo, los discos intervertebrales se deshidratan y se tornan más rígidos y esto hace que tengan menos capacidad para ajustarse a la compresión. Si bien es un proceso natural de envejecimiento, a medida que el disco se degenera en algunos individuos puede volverse doloroso.











