Las mejores técnicas para controlar la adicción al smartphone
Vivimos en una era super-tecnológica, y es una bendición, impulsa a toda la humanidad hacia el futuro. Pero de alguna manera, como cada moneda tiene dos lados, también tiene sus desventajas. La tecnología está haciendo nuestras vidas más fáciles en muchas maneras, pero también hemos llegado a ser absolutamente dependientes en ella. Está cambiando la forma en que vivimos, influyendo en la forma en que nos comportamos y alterando la manera en que pensamos. Sólo imagina las implicaciones que tiene sobre nuestros hijos.
Los teléfonos inteligentes son un chupete moderno. Pueden calmar a los niños y mantenerlos tranquilos, pero también pueden ser adictivos. Para el niño, es un mundo milagroso del que quiere formar parte. Así, una vez que llega a conocer de su existencia, él anhela estar en contacto en todo momento.
Los niños realmente no necesitan un teléfono inteligente. Tampoco necesitan una tableta. Pero algunos padres no son lo suficientemente duros para prohibírselos y terminan regalando o comprando uno, lo que hace que su hijo también quiera. Al final del día, somos nosotros los padres, quienes estamos buscando una salida fácil.
La manera más adecuada de controlar la adicción de su hijo, es evitar que tenga este teléfono smartphone que no necesita.
Si el niño está pidiendo un teléfono, simplemente diga 'No' de la manera más aceptable posible. Trate de hacer la conversación agradable y entender por qué no es tan importante para él tenerlo. Si arma un berrinche no te rindas, mantente firme.
Si usted le presta su teléfono, limite el uso. Acepte algunos términos y cúmplalos. Algunos acuerdos posibles pueden ser: 'Utilízalo durante diez minutos' (incluso si todavía no entiende el concepto de tiempo). No espere que el niño traiga el teléfono a los 10 minutos, pero usted si debe hacer cumplir el tiempo.
Deje al niño solo con el teléfono (a veces es necesario), por su propio bien, instale una de las aplicaciones sandbox, Zoodles o Famigo. Básicamente le ofrecen tener un perfil separado diseñado para el niño.